Carretera Gijon-Pola de Siero (AS-248), Km. 8 / Camino de Lavandera, 60
Fano – Gijón (Asturias)
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Teléfono: 985136456
Un clásico de la gastronomía gijonesa, con más de 40 años de experiencia en el sector, este restaurante ofrece una cocina de alta calidad a las afueras de la ciudad. Además de carta, cuenta con cuatro menús degustación (van incrementando en número de platos). Destaca la preparación de los pescados y su cochinillo.
Mucho ruido para tan pocas nueces…
Mi restaurante favorito, aunque también lo visite únicamente en ocasiones especiales. Yo no bebo, pero presume de una de las mejores bodegas de Asturias. Esos menús degustación, esos postres de infarto… simplemente sublimes. Cualquier plato que pruebes allí será un acierto de pleno. David, seguid así!!!
Si tuviera que elegir un restaurante en el mundo sería este. Los panes te los ponen recién hechos, de lo que tú gustes -de queso, de pipas, de pasas…- vamos, los panes ya sacan una matrícula de honor. El menú degustación es buenísimo , y si pides a la carta, no sabría qué recomendarte porque todo es exquisito, absolutamente todo. Y los postres… bueno, hay uno (algo así como Muerte por chocolate) que es un capricho de los dioses. Yo le pongo la máxima puntuación, un «10», muchísimo mejor que otros que presumen de estrellas Michelin.
Una maravilla de sitio. Déjate recomendar un vino, y si no lo has hecho ya, prueba el menú degustación, no te defraudará; los platos de la carta también son una maravilla, al igual que los postres y por supuesto los panes.
Está todo muy cuidado hasta el menor de los detalles.
Aprovecha una ocasión especial, y si puedes evitarlo no conduzcas para poder disfrutar de uno de los vinos de su inmensa bodega.
Hemos ido hace un mes más o menos, y la experiencia muy buena, para repetir eso sí, en ocasiones especiales.
De entrante mientras esperabamos nos pusieron unos vasitos de crema de (no recuerdo la verdura) con nueces muy rica, para compartir tomamos un entrante de cecina con queso de cabra y una ensalada con queso y cerdo, y unas croquetas espectaculares, ya que el bechamel practicamente se deshacía en la boca.
Los segundos fueron un plato de pulpo, pescado (puede que lubina) con verduritas, fabada.
Los postres no tienen nombre!, un sushi de arroz con leche, sorbete de mora, chocolate y cereza, una milhoja de manzana y el último era un tronco de no recuerdo qué.
No hay queja de nada, muy recomendable no sabría qué destacar, bueno sí, los panes, pasan con una gran bandeja, para que elijas el tipo de pan que quieres ( de pipas, de queso, normal, o de escanda).